domingo, 31 de octubre de 2010

Lenguaje Cientifico

Una misma lengua no se emplea siempre igual. Hay circunstancias que hacen que aparezcan rasgos especiales, siendo la misma lengua. Cuando esas peculiaridades están motivadas por el tema del que se trata, hablamos de lenguajes especiales (lenguaje humanístico, lenguaje técnico, etcétera). Cada área del saber exige expresiones y rasgos de estilo propios. Una de las áreas de saber que exige utilizar el lenguaje con particularidades especiales es la ciencia, en general, si bien cada rama científica tiene sus particularidades (Biología, Medicina, Tecnología, Matemáticas, Lingüística, etcétera). A pesar de esas diferencias particulares, hay unas características generales de uso del lenguaje en textos científico-técnicos.

Cuando un científico o un técnico habla o escribe sobre su área de conocimiento no usa una lengua distinta de la que emplea cuando habla de asuntos cotidianos. La diferencia está en que, al expresarse en el modo propio de su ciencia o su técnica, utiliza, entre otras cosas, términos específicos de la materia de la que habla y, también, con frecuencia, términos de la lengua ordinaria con un sentido especial cuyos significados vienen exigidos por la materia tratada. El rasgo léxico especial de los textos científicos y técnicos, en tanto que tales, es la terminología (= palabras de significado propio de una rama del saber).
 
En esta variedad de uso no tienen cabida ni el sentimentalismo ni la mera opinión personal, por lo cual todo rasgo subjetivo está ausente y no hay connotación. La ciencia y la técnica necesitan de un objetividad extrema y de un lenguaje que evite toda posible ambigüedad. De ahí la necesidad de claridad y precisión expresivas, para evitar confusiones en la comprensión de lo que se dice.
 
De todo ello podemos extraer algunas características lingüísticas que son comunes al lenguaje de cualquier ciencia. Entre otras:

1) Los temas de expresión son expositivo y argumentativo. Nadie espera encontrar en un texto científico algo así:
   «Atiende, querido lector. Sumar, en nuestras queridísimas matemáticas, no es meramente   acumular.¡Qué placer más grande produce usar las palabras en su sentido apropiado!»

2) En la medida en que la finalidad fundamental de un texto científico o técnico es la de informar sobre un área del saber, la función fundamental es la referencial (o representativa.)
   «2 más 2 son 4, igual que 2 por 2. Pero las propiedades de la suma son diferentes a las propiedades de la multiplicación.»

3) Dado que, con frecuencia, en los textos científicos y técnicos se explica la propia terminología específica que se emplea, es frecuente la función metalingüística
   «Vamos a llamar intervención a cualquier acto médico encaminado a curar una dolencia.»

4) Desde el punto de vista léxico, el signo lingüístico (terminología) es denotativo, monosémico y unívoco, por exigencias de la objetividad y para evitar la ambigüedad en la exacta comprensión del contenido.



Diccionario Filosofico

La filosofía tiene palabras que pueden tener distintas acepciones según el encuadre teórico al que pertenecen. Es más, ciertas palabras parecen ser privativas de cada una de ellas y aunque parezcan palabras comunes, usadas en otros contextos se consideran errores, por la interpretación diferente que se le adjudicó dentro de una doctrina.

Por eso es importante en Filosofía tener cierto rigor para recordar con fidelidad las palabras que usó el autor para describir sus pensamientos y no utilizarlas para referirse a otros autores.

El presente Diccionario recoge, de un modo compacto, global y unitario, el conjunto de Ideas que constituyen lo que, desde hace casi tres décadas, se conoce como Materialismo filosófico.

Diccionario Enciclopedico

Los diccionarios, esos que un día fueron definidos por el poeta como los 'continentes de las palabras', no son todo lo completos que parecen. Parafraseando el conocido refrán, son todos los que están pero no están todos los que son. ¿Qué o quiénes faltan?


¿Qué es una enciclopedia?
Nombres propios, países, corrientes, personalidades... O mejor dicho, historia, geografía, arte, cine y espectáculos... Las materias de las que se encarga la enciclopedia, o diccionario enciclopédico, abarca todo aquello que, por definición, queda excluido del diccionario académico.


¿Para qué sirve?
Quieres saber quién fue John Dewey? ¿No sabes cuál es el distrito más poblado de Perú? ¿Necesitas ver el esquema de un frigorífico de absorción?¿O acaso te han pedido un mapa hidrográfico del Asia meridional? La respuesta a estas preguntas es sólo una muestra de utilidades. Tú que en tu vida de estudiante la has utilizado infinidad de veces, sabes muy bien qué aplicaciones dar a una enciclopedia.

Estructura
El orden alfabético de las enciclopedia presenta algunas particularidades:

  • Los nombres comunes se ordenan antes que los geográficos (ejido va antes que Ejido, El).
  • Los nombres geográficos se colocan previamente a los nombres propios (España, reino, antes que España, José María).
  • Los nombres geográficos suelen ordenarse dando prioridad a los accidentes (Alabama río figura antes que Alabama Estado).
  • Para los autores y figuras artísticas se utiliza el nombre por el que se conoce a dicha personalidad (al escritor José Martínez Ruiz lo encontraremos por el seudónimo por el que entró en la historia de la literatura española: Azorín).
  • En caso de tratarse de una obra artística se ordena según el primero de sus términos (Ensayo sobre la ceguera, por Ensayo) salvo que éste sea un artículo (familia de Pascual Duarte, La).
  • Lo mismo ocurre con los nombres geográficos (Cairo, El).

¿Sabías que...
... se llama enciclopedistas a aquellos ilustrados franceses del siglo XVIII cuya acción se caracterizaba por la defensa de la razón y el conocimiento científico por sobre la rigidez del saber religioso y el imperio del barbarismo político?